martes, 6 de octubre de 2009

Acentos perdidos se topa con la Ley

El fin de semana pasado en México se llevó a cabo el denominado Tildetón, en el cual las personas interesadas se juntan en grupos para salir a corregir errores y colocar acentos en la vía pública. Pablo Zulaica lo llevó adelante y tuvo que toparse con un sábado bastante movido. ¿Qué pasó? hubo problemas con la ley. Resulta que un artículo del reglamento de cultura cívica impedía hacer lo que se hizo...

Extracto de la entrada de Pablo, en su blog acentosperdidos.blogspot.com:

Muy buenas a todos, espero que hayan tenido un buen fin de semana. Por aquí, el
nuestro fue cargadito. Nos juntamos unas veinte personas y el Tildetón fue un
éxito. Tanto que salimos en Televisa. ¿Por qué? Por violar el artículo 26 del reglamento de cultura cívica. No buscamos que fuera así, pero así se dio y hay que mirarlo por el lado bueno. Aunque era lógico que existiera, no esperábamos que el reglamento para la señalización pública pudiera interpretarse de esta manera tan ortodoxa, más aun habiendo visto en multitud de ocasiones cómo policías nos veían actuar sin inmutarse.

Tras colocar una decena de acentos en negocios particulares previo consentimiento de sus respectivos dueños, una de las colaboradoras, Brenda Herrera, estudiante de 19 que venía con su maestra como parte de un trabajo, hizo lo propio sobre el callejero de “República de Brasil”. Llegó la Brigada Anti-graffiti y nos llevó a Brenda y a mí. Los gritos de apoyo antes de entrar en la patrulla y las opiniones expresadas por los viandantes a los agentes nos dieron aire para todo el camino. Al fin, yo evité la multa porque en realidad no pueden culparnos a dos por pegar un mismo acento, pero AP (no, no somos ningún negocio multimillonario ni tenemos siquiera un fondo común) va a hacerse cargo de la multa de Brenda, a quien momentáneamente cubrió el amabilísimo director de su escuela, el maestro Toño Galván.

En la política ortográfica que establecimos libremente queda muy clara nuestra intención proactiva y de no confrontación. Por eso, el sábado acatamos desde el primer momento la decisión de los agentes cuando estimaron que estábamos incurriendo en una falta. Por eso y porque estábamos seguros de que aquello solamente haría bien al proyecto, pues una nimiedad burocrática intentaba eclipsar un problema de mucho mayor calado. Claro que el hecho de que la infracción estuviera subsanando un error de ortografía no consta como atenuante alguno. (¿Alguien conoce algún reglamento ortográfico sancionador?) Lamentamos haber interrumpido a tanta gente aquella tarde que estaba siendo provechosa. Pero pensamos que, bien mirado, esto generaría debate y lanzaría al aire una gran pregunta para que todos podamos opinar.
De nuestra parte, el siguiente paso es pedir un oficio (forma legal) para obtener un permiso de intervención de espacios públicos. Los once blogs de Acentos perdidos estamos recorriendo un camino inexplorado y veremos si alfondo hay luz. En el DF, esperamos poder contar con el oficio y, de esta forma, entrar en la legalidad rigurosa de la que nunca fuimos muy conscientes de haber salido.

Para más información, entrá en la web de Pablo clickeando aquí.
Algunas fotos en Facebook sobre lo sucedido acá.

Por supuesto que desde A.P.A te apoyamos y agradecemos todo el apoyo que te dieron para salir de esa situación, esperemos que no ocurran más estas cosas, porque sabemos que no había ninguna mala intención. AP no es un movimiento vandálico, no busca confrontación, sus participantes no salen corriendo después de acentuar, se pide permiso a los dueños de negocios, quienes la mayoría de las veces tienen una gran sonrisa para el tildador. Si se viola alguna ley, con este programa que busca educar y sensibilizar sobre el tema de la ortografía, entonces buscaremos nuevas estrategias para estar presentes y lograr nuestro objetivo.

1 comentario:

  1. Hola, les quería decir que anduve mirando los blogs de Acentos Perdidos y la verdad es que estoy completamente de acuerdo con lo que ustedes plantean. Cuando voy por la calle me cuesta ver tantos carteles con faltas ortográficas tan básicas como las que se ven en Buenos Aires.
    Quiero agradecerles su trabajo a todos estos chicos que se preocupan por hacer un mundo con más tildes. Es cierto que el modo de escribir de una persona refleja su personalidad. Estoy de acuerdo: poniendo tildes habrá un mundo mejor. ¡Felicitaciones y cuenten conmigo!

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